A medida que ha pasado el tiempo y evoluciona la pandemia por la Covid19 ha crecido el conocimiento respecto a esta, ya no sólo se habla de los cuadros clínicos agudos asociados al contagio, si no se está empezando a ver las manifestaciones crónicas asociadas a esta infección, cuadros de dolor muscular, fatiga crónica o ahogo, que aparecen hasta meses después del contagio.

Se le conoce como: “El síndrome post Covid, ‘Long Covid’ o Covid Persistente”, el cual según la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) se describe como “el complejo sintomático multiorgánico que afecta a aquellos pacientes que han padecido la Covid19 (con diagnóstico confirmado o sin él) y que permanecen con síntomas tras la considerada fase aguda de la enfermedad, persistiendo los mismos en el tiempo«.  Es un cuadro que se observa en pacientes que han presentado cuadros agudos, los cuales resolvieron y con resultados posteriores negativos en los Test de detección de la Covid19. Los síntomas que se describen son variados, desde fatiga, dolor en las articulaciones, dolor crónico, tos, hasta dificultad para respirar, fibrosis pulmonar, entre otros.

Son varios estudios que indagan sobre este nuevo síndrome, por ejemplo un estudio realizado en Italia y publicado por el ‘Journal of the American Medical Association‘ refiere que “el 87,4% reportaba la persistencia de, por lo menos, un síntoma dos meses después del contagio” al igual que un estudio realizado en Alemania, publicado por el mismo diario, refiere que después de realizar estudios a pacientes post covid19 “reveló alteraciones cardíacas en el 78% de ellos, e inflamación del miocardio en el 60%. La mayoría de estos pacientes no tenían antecedentes cardiacos y no habían estado hospitalizados por el contagio”.

A nivel del sistema nervioso se ha visto persistencia de la anosmia y ageustia, la cual se puede mantener incluso hasta 95 días después de resolverse el cuadro agudo. También se han visto consecuencias asociadas a insuficiencia respiratoria, desequilibrio electrolítico, sobrecarga de líquidos y efectos secundarios de ciertos medicamentos utilizados para COVID-19.

Se ha descrito que principalmente las afecciones más frecuentes son a nivel del corazón, pulmones y cerebro, pero puede afectar cualquier sistema del organismo. A continuación, se muestra un diagrama realizado por SEMG, el cual describe los síntomas asociados a Covid19 persistente y los órganos y sistemas que afecta:

A nivel de salud mental, se están describiendo los síntomas psicológicos que rodean la pandemia. Como el aumento de los casos de depresión, ansiedad, estrés post traumático, los cuales se han vuelto persistentes en el tiempo, y que conlleva futuras consecuencias para la salud individual y publica.

El estudio que se realizo en la universidad de Barcelona “las consecuencias psicológicas de la covid19 y el confinamiento” describen que “La paralización de la actividad económica, el cierre de centros educativos y el confinamiento de toda la población durante semanas ha supuesto una situación extraordinaria y con múltiples estímulos generadores de estrés”, sumándoles “,la manifestación de sentimientos de frustración, no poder cubrir las necesidades, o la presencia de problemas de salud mental previos o problemas económicos” .

La Fundación de lucha contra el sida y enfermedades infecciosas refieren que en la “población general figura la depresión (presente en el 46% de los estudios revisados), la ansiedad (60%), los síntomas de estrés (17%), el insomnio (17%), la percepción de soledad (3%) y el trastorno de estrés post-traumático (3%)”. Lo cual tiene una importancia en la salud pública dado la persistencia de éstas a través de los meses, y que puede afectar diferentes esferas de la población.

Actualmente se continúan realizando estudios a nivel de salud mental de los pacientes que han sufrió Covid19, dado que en este colectivo se ha dado prioridad médica en resolver los efectos físicos que ponen en peligro la vida de los pacientes, mientras que las consecuencias psicológicas quedan en un segundo plano. Lamentablemente el Covid Persistente es muy complejo en su reconocimiento y tratamiento, lo que genera una sensación de abandono y desamparo de este colectivo, y al no haber una cobertura clara por parte del sistema de salud, conlleva un aumento de la ansiedad y depresión. Pero aún son muchos los cuadros que están por concretarse, aunque ya se están viendo sus manifestaciones, y se deben continuar sus estudios para evaluar sus consecuencias a futuro y proteger a esta población.

A nivel laboral se tiene más claridad la cobertura económica con respecto a la baja laboral de la infección por la Covid19 en fase aguda, Según el decreto de la Seguridad Social en el apartado “Incapacidad Temporal para trabajadores”.

Esta infección se considerará como Incapacidad Temporal por enfermedad común, y sólo a efectos económicos, como los supuestos derivados de accidente de trabajo. Así pues la ley marca que:“El salario íntegro del día de la baja estará a cargo del empresario, con independencia de que hubiera habido o no prestación laboral efectiva el día de la baja médica. El seguimiento de la incapacidad temporal estará a cargo de la entidad que proteja la contingencia profesional de los trabajadores de la empresa y la asistencia sanitaria”. Por último “el control de partes se realizará por el Servicio Público de Salud”.

En el caso de los trabajadores autónomos “Si la responsabilidad del pago de la Incapacidad Temporal correspondía al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) en el momento de la opción por la Mutua, tras la opción el pago seguirá correspondiendo al INSS”. En cambio “Si la incapacidad temporal se causa con posterioridad a la opción por la Mutua o se sufre una recaída de la incapacidad temporal anterior, será la Mutua Colaboradora la que asumirá la gestión y pago de esa incapacidad temporal”.

Pero para el Síndrome de Covid Persistente aún no se establece con claridad las normativas para reconocer legalmente la incapacidad laboral y poder adquirir por parte del paciente la Incapacidad Permanente Total o Absoluta (IPT o IPA), lo que le permitirá al trabajador la posibilidad de cobrar una pensión mensual, ya sea por dos años, si existe la mejoría del cuadro del paciente en este tiempo o vitalicia dado que su condición de salud la incapacidad para ejercer cualquier tipo de trabajo.

Como se describe anteriormente, las características que se debe tener para que pueda ser declarada la incapacidad, es que exista una clara afectación anatómica o funcional, con una verdadera limitación o anulación de su capacidad para realizar su actividad laboral, y dado que este síndrome tiene manifestaciones muy variables no hay un compendio claro para su cobertura. Pero a nivel judicial se ha otorgado IPT o IPA a enfermedades que han sido reconocidas previamente y que se ha visto que ahora pueden ser también secuelas de la infección por la COVID19, hay casos donde existen sentencias recientes que reconocen enfermedades de difícil diagnóstico, como el síndrome de fatiga crónica, como causa de una Incapacidad Laboral Permanente por la Seguridad Social.

Gracias a instituciones y organizaciones como el SEMG y a sus continuos estudios para el diagnostico y seguimiento de los pacientes post Covid19, y los continuos procesos legales a favor de este nuevo síndrome, los pacientes con síndrome post covid19 con graves secuelas tienen un futuro más favorecedor, con una esperanza de no ser abandonados por el sistema de salud y el sistema judicial. Aunque son muchos los ámbitos que se deben seguir vigilando, dado que la pandemia afecta diferentes áreas como la interacción y contacto social, impacto financiero, situación laboral, salud física y mental del estado, entre otros, se ve un avance en el cuidado del pacientes post convid19.

http://www.seg-social.es/wps/portal/wss/internet/FAQ/897e30db-3172-4528-987f-ab1ffde1b8e7/dc3893c2-c35a-4b44-9319-9b6aab435c9f/218510af-cd9b-4177-89a8-c846f68223efhttps://www.france24.com/es/ee-uu-y-canad%C3%A1/20201221-covid19-pacientes-recupeados-sintomas-secuelashttps://as.com/diarioas/2020/12/15/actualidad/1608059209_681875.htmlhttps://www.flsida.org/es/blog/los-efectos-psicologicos-covid-19https://www.arag.es/blog/derecho-laboral/la-incapacidad-permanente-por-secuelas-de-la-covid-19/https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2774380https://jamanetwork.com/journals/jama/pages/coronavirus-alert?utm_campaign=COVID19&utm_medium=banner&utm_source=house&utm_content=box&utm_term=300x250https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2768351/https://as.com/diarioas/2020/12/15/actualidad/1608059209_681875.html